Desde un pequeño pueblo de Coruña con cariño y sinceridad
Tras pasar uno de los días más fríos de mi vida y mojarme como hacía tiempo que no hacía en aquel lluvioso domingo (Todo ello cortesía de la tormenta Ana o ciclogénesis como se intenta llamar ahora cultamente a un evento natural que sucede durante hace siglos...) regresamos bastante pronto a nuestro hotel pues en un rato comenzaba en su coqueta sala de actos un pequeño pero muy importante acto para mí: iba a ser mi debut en Coruña. No en la capital como yo quería pero bueno, iba a ser un bonito broche a un gran fin de semana en A Coruña (en el que hubo de todo: fútbol, marcha, promoción literaria, amiguismos... y lo íbamos a redondear ese domingo 10 con la presentación en los Apartamentos Attica 21 de Portazgo a lo grande)
- La gente contratada de los apartamentos se desvivió porque todo estuviera correcto y nos encontráramos cómodos pese a que yo no esperara a que viniera casi nadie volví a equivocarme (una cosa habitual en mí aunque me joda reconocerlo...) y además de mis amigos de vigo, también vinieron los organizadores de A Coruña, más otras personas que no conocía y que obviamente eran conocidos de mis colegas gallegos.
- Visiblemente emocionado porque en una aciaga tarde como aquella la gente se hubiera desplazado hasta aquella pequeña pedanía coruñesa comencé mi acto literario diez minutos más tarde del horario previsto. Era un absurdo comenzar más tarde pues con el viento, lluvia y lo lejos que estábamos de Coruña era improbable que viniera más gente...
- El acto duró poco más de treinta minutos pero estuvo muy entretenido ya que la gente se volvió loca haciendo preguntas y yo respondí gustosamente a las once personas que había venido a verme (aunque conociera a la mayoría siempre es un placer). Creo que me emocioné demasiado cuando un chaval de 15 años que había venido con su padre, al cual yo no conocía pero era amigo de uno de mis colegas, me dijo que me había conocido porque le "robó" a escondidas a su padre "La Verdadera Profecía" y que le había gustado mucho, que desde entonces se había convertido en mi Fan y que se había descargado todos mis libros.. lejos de enfadarme aquello me hizo llorar de emoción y, por primera vez en mucho tiempo, me quedé sin palabras... Finalmente me dijo que "como ya me había pirateado bastante quería comprarme un libro" entre las risas de todos los presentes, me compró un libro de "Phobos" y le hice una de las dedicatorias más sentidas que he hecho en años...
Tras esa media hora presentando mis dos últimos libros "Phobos" y "Revolucionando la Poesía" y respondiendo a las curiosas preguntas de mi público vino la sesión de fotos, de autógrafos y cuando dimos el acto por acabado nos fuimos todos juntos a tomar algo a una marisquería que había al lado de los apartamentos bajo la furia de noche coruñesa que parecía como sí los Dioses se desahogaran después de tanto tiempo sin llover con ganas.
- La despedida fue más triste que en otras ocasiones y tras los intercambios de saludos, correos y teléfonos llegó el momento de las despedidas y de las promesas tipo "cuando vaya a Madrid hago para verte" o la mía, que espero de corazón poder cumplir "Espero no tardar mucho tiempo en volver a vuestra maravillosa ciudad"